Mi viaje inició con un reencuentro con el tarot, las piedras, la luna. Poco a poco, comencé a sanar. Digo «reencuentro» porque llevo en mis memorias de muchas vidas ese conocimiento, aunque olvidado por un tiempo.

A medida que yo misma sanaba, me reconecté con la herbolaria, ese amor por las plantas que mis abuelas me entregaron desde niña. Hoy entiendo que esta sabiduría la traigo arraigada de mis ancestras.

Todo lo que me ha sanado se ha convertido en mi misión. Esto me impulsó a compartirlo con otras personas que se identifiquen con mis servicios. Así nació Lunamandra, mi espacio terapéutico. Aquí, puedo ofrecer mi terapia integral, programas personalizados, cursos y talleres, brindando un lugar seguro para quienes buscan su propio despertar.

Hoy acompaño a quienes sienten la necesidad del autocuidado espiritual, buscan el equilibrio mental, interno y físico, y anhelan reconectarse con su sabiduría natural. Mi propósito es ayudarles a recordar su propia magia, tal como yo lo hice yo.

No nací con todas las respuestas; solo elegí un llamado diferente… y quiero que sepas que tú también puedes elegir el tuyo.